“La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.»
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.”
Esto es lo que las autoridades de la OMS nos dicen acerca de la lactancia pero a veces es difícil poder llevarlo a cabo y muchas mujeres llegan a consulta (por esta u otras muchas causas) rotas por querer y no encontrar la manera de alimentar con lactancia materna a sus bebés.
No voy a enumerar los múltiples beneficios que tiene la lactancia materna creo que de sobras ya conocidos por la población general. Recuerda que la lactancia materna no solo es alimento para el cuerpo si no también para el alma.
En este blog quiero hablaros de lo necesario que es tener una red de apoyo y unos conceptos básicos para comenzar con la lactancia.
Lo primero de todo me gustaría empezar diciendo que la lactancia materna no debería doler. Nunca y en ningún caso. No hablamos de esa sensación inicial que algunas mujeres sienten al comienzo de la toma y que debe calmarse unos segundos después. Hablamos de lactancias molestas, incómodas o realmente dolorosas.
La lactancia tiene que ser placentera para la madre y satisfactoria para el bebé.
Que esto ocurra a veces no es fácil.
Vivimos en una sociedad en la que hemos dejado de ver a otras mujeres amamantando a sus bebés, nos escondemos, nos tapamos y por tanto apartamos el instinto y el aprendizaje que de ello se obtiene.
Además no en todos los lugares se dispone de una red de apoyo fuerte donde encontrar el bastón que a veces necesitamos y la información no siempre es de la calidad que una madre y un bebé necesitan durante esos meses.
Vamos a por unos consejos sencillos y básicos que pueden ayudaros:
- Colócate en una postura cómoda. Ten en cuenta que es fundamental que te encuentres relajada sin tensión en los brazos. No es necesario que encuentres 15 posturas diferentes para amamantar a tu hijo. Seguramente con dos o tres es más que suficiente.
- La posición y el agarre de tu bebé tiene que ser correcto. Alineando oreja, hombro y cadera, con sus labios evertidos en forma de pez. Con el mentón pegado al pecho. Recuerda que el agarre debe hacerse en la areola y no el pezón.
- Fíjate en sus señales tempranas de hambre. Comenzará a emitir ruidos, se llevará sus manos a la boca, empezará a girar la cabeza de un lado a otro como si buscara el pecho… es momento de ofrecérselo.
- Si no hemos hecho caso a estas señales y el bebé ya está llorando o en estado de alerta hemos esperado demasiado. Seguramente esta toma sea más difícil e inquieta. Intenta calmarlo antes de ofrecerle el pecho.
- En caso de que también le ofrezcas biberón intenta hacerlo con el método Kassing. Es la manera de que se parezca lo más posible al pecho y haya la mínima interferencia posible: bebé vertical, biberón horizontal, permitir que el bebé busque la tetina y haz pausas cada 15-20 succiones retirando la tetina de la boca del bebé. Dale algunas tomas con la mano derecha y otras con la izquierda.
Estos son solo algunos de los aspectos a tener en cuenta. Sobre todo los primeros meses de vida de un bebé.
Te dejo un pequeño vídeo donde te contamos también algunos de estos consejos
Si hay dolor durante la toma, grietas en el pecho, problemas en la succión del bebé, gases, inquietud o incomodidad puede haber algo que no funcione bien y como fisioterapeutas también podemos ayudaros. ¡Pide ayuda! ¡Queremos acompañarte! Aquí encontrarás nuestra información de contacto.
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